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34 AÑOS


Alarmada la ciudad

de tono tenebroso

y escombroso

el techo de la libertad

.

querían poco

y sabían pedirlo.

lo tenían prohibido

estado loco

.

infames botas

de tintura y bigote

se llevaron las ideas

canibalizando sus cuerpos

.

malditos

malditos

eran chicos

nada más.

.

una noche

de plumas y guardapolvo

en la plata

sus sueños, escombro

.

y un pais de luto

y aquellos padres en lucha

y ustedes,

chacales sentados,

HIJOS DE PUTA.

.

desde este humilde espacio

de un instinto sin presencia

juicio (o muerte) a todos ellos

que vivan los nuestros

.

Una noche., 34 años.


Ves tu reflejo en el vidrio, queres vencerlo.
Caminos oscuros transitan tu mente,
todo resulta incoherente.
La idea de caminarlos se te vuelve un deseo
y tu ignorancia se hace evidente.

Se te cierra la vista.Tu sangre aún no está lista.
Se te hiela la carne y te sientes observado.
Lo creés tener delante, estas desesperado.

Lineas blancas se te hacen interminables.
Se acercan una a una,tu retina las recibe insaciable.
A los costados, todo se ha borrado,
Eres uno mas. Ya estas encerrado. Seguir leyendo »


Esta es la historia de un Instinto que vivió en un colectivo. Cuentan que, cansado de buscar sin encontrar, se dejó morir. O al menos eso anhelaba. Los días se le volvieron noche y las noches, melancolía. Vintage, para el marketing.

Este Instinto, casi desvanecido, yacía en un pasaje sin nombre. Cuentan que sintió la transformación de un cuerpo mundano a un alma en espera. Las manos, casi enjutas, las piernas, casi anécdota. Cada parte no vital de Seguir leyendo »


Les traigo aquí una de las tantas notas que logré transcribir del nuestro aquél viejo amigo. No está completa, pues Instinto tenía una forma particular de escribir, y no todo se entiende. Creo que la escribió saliendo del loquero, para entregarle la firma, ese paquete tan valioso, al linyera que luego encontraría atropellado y sin vida.

… era tal la desesperación que me escabullí en la nocturnidad. El salón estaba repleto. Mi nombre no aparecía, pero yo tenía fe. Era de esas noches en que uno no piensa en nada. No por no querer hacerlo, ni atreverse a evitarlo. Simplemente… Seguir leyendo »


“…no penaba a ninguno de aquellos. Y es que estaban aislados. Faltos de todo. Pero vivían tranquilos. Algunos no lo eligieron. Otros bailaban en deseos. Un destino los unía, y era el desprestigio. El desprestigio de no respirar café a la mañana o sentir una canilla mal cerrada. […]

Inmunes al delirio, sello que imprime la calle, dejaban correr sus vidas, vacías de noticias. Corrían la mala suerte de ajustarse al pasado. Siquiera al “hoy”. Porque “hoy” no había ni comida.

Pero aún conservaban algo valioso. Seguir leyendo »


Amigos, lectores, errantes y vagaMundos. He tomado casi por asalto, pero bajo consentimiento, este espacio. Este rincón de conciencia. Este abrir y cerrar de estertores iracundos, jugosos de vida.

Señores… Instinto ha desaparecido. Sí. He hallado, ayer, un sentimiento perdido. Un manuscrito. Un querer de puño y letra. Hacía rato que Instinto no daba señales y los que lo conocemos, temíamos lo peor.

Ayer, casi como de improviso, encontré una nota suya, acurrucada en recuerdos marginales. Ahí, en lo profundo de mi memoria. En lo que algunos cibernautas dirían, la papelera de reciclaje. Creo yo, conocedor de mi amigo, lo ha hecho a propósito. Sabía que algún día consultaría mi despiadado almacén de ideas. Me llevaría mi tiempo, pero el suficiente para que él desapareciera.

Transcribo aquí algunas huellas que nos ha dejado en la nota. Seguir leyendo »


hoy te quedaste allí
donde no hay qué comer.
y la soledad se volvio recuerdo.
ausencia que brilla
y brilla

no hay cielo.
ni asiento.
el perfume de tus ojos
el vuelo de esas nubes
todo,
todo me hace vomitar. Seguir leyendo »


Cuenta la historia de la cortada Bogado que bajo el asfalto yacen voces deseosas. Voces que evocan deseos de un hombre que solía ser muchos. De muchos hombres que solían ser uno solo. Yo tampoco lo creía. Hasta que me topé con la esquina de Bogado y Yatay. Si mal no recuerdo, un miércoles, 3 de la mañana.

El cielo había cerrado los ojos. Nos había envuelto en ausencia y los pocos insomniados que vagabundeábamos por ahí quedamos entre párpados y pupilas. La calle vibraba. Como si un gusano del tamaño de un colectivo estuviera paseándose por las cavidades subterráneas. Los otros vagabundos no lo percibieron. Pero yo sufría otra vez de mi vista aural

La calle se agrietó de esquina a esquina. La falla la recorrió por todo el lomo. Como si a uno se le estuviera saliendo la columna vertebral. Se oyó un quejido. Hubo un falso silencio. Pronto comenzaron a salir nubecitas de humo, del tamaño de un bollito de algodón. Seguir leyendo »


Para qué quiero un celular si no tengo una vieja que me pregunte dónde estoy. Si no tengo un amigo que también tenga y me salude para el cumpleaños. Para qué quiero una mesa si no tengo con quién compartir lo que ni siquiera tengo.

De qué me sirve aprender que tomar del pico es mala educación si no tengo educación . Se quejan que estoy sucio pero no me dejan entrar a sus casas para bañarme. Si quiera para olvidarme, aunque sea un rato, del invierno.

Zapatillas no uso porque da igual, tengo los pies a la miseria. Es que en verano el asfalto quema y en invierno no llega la sangre. Creo que lo de la tijerita para las uñas también queda respondido.

Lo que sí me cuido es el pelo y la barba. Siempre me doy una vuelta por lo de las hermanas del convento de Corrientes y les pido que me dejen afeitarme y cortarme el pelo. Pero no porque me importe mi apariencia. Para mirarme tengo que tener un espejo y no lo tengo. Voy porque no me gustan los piojos. Ya tuve una vez y Seguir leyendo »


Despertar entre el sueño y la vida, es tenderse en trance. Un viaje a medias donde el instinto reclama el paso a grito fuerte. Entonces sentí las primeras gotas golpear el mundo:

Enviás una luz
y yo te espero.
La veo y te siento,
ansioso y al acecho.

El ruido de fondo
sonido colchón.
Sólo ellos, yo
y la espera.

Saco cuentas,
comparo tu señal.
Ya extraño al mensajero,
vas a venir Seguir leyendo »